Se puede cocinar un plato delicioso, pero sin especias que lo arropen perderá muchísima fuerza.
En estos últimos años ha sido más difícil viajar a otros países y, claro, disfrutar de las diferencias culturales a la mesa (las que más nos gustan). Por eso se agradecen proyectos conserveros que nos permitan viajar muy lejos desde nuestra cocina. Las especias nos permiten saborear trocitos del mundo que están a miles de kilómetros de aquí y compartirlos con nuestra gente. Una manera de viajar a través de los sentidos de la vista, el olfato y el gusto. Nosotros nos apuntamos ¿Os venís?
El mundo de las especias es amplísimo. Tanto o más que las tradiciones gastronómicas de cada país. Al final, cada región cuenta con los ingredientes que se cultivan de manera más fácil dependiendo de suelo y clima, y en cada país se usan de una manera distinta. Esto crea una riqueza cultural impresionante porque cada país utiliza también las especias de forma diferente para redondear sus platos y esto es lo que marca la diferencia.
Los copos de chili no se van a usar igual en China que en Méjico y la pimienta rosa es capaz de dar matices deliciosos distintos platos, por ejemplo, de carne o pescado. Y, ¿sabéis cuántas variedades de curry en polvo existen? Os lo decimos: muchísimas, casi incontables. Porque los ingredientes principales están más o menos estandarizados fuera de India, pero hay variaciones en los componentes, lo que nos deja un panorama especiero aún más interesante. Y así podríamos continuar hasta el infinito con muchas y diferentes especias.
Y es que las especias son ese punto diferente que sazona nuestros platos, les da personalidad y diferencia nuestras recetas secretas de las que ocurren en otras cocinas. De esta aventura culinaria saben mucho en Terre Exotique. De lo que se cuece en las cocinas de todo el mundo y de la enorme diversidad de especias que existen. Sabemos del espíritu conquistador y aventurero de los franceses y también de su excelente gastronomía, que está presente en todo el mundo. Terre Exotique quiso juntar esas dos pasiones en un solo proyecto.
El logo de su proyecto, una enorme fragata a vela, nos recuerda a aquellos barcos que zarpaban desde Europa allende los mares para traer el tesoro más preciado: kilos y kilos de especias desde países exóticos y remotos. Además, en aquella época las especias no solo eran un ingrediente único para dar sabor y carácter a los platos. También eran un agente conservante super útil para alargar la vida de los alimentos e incluso para mejorarlos. Hoy tenemos muchas técnicas para conservar alimentos, pero en aquel entonces había pocas maneras y las especias ayudaban muchísimo.
Han pasado siglos desde entonces. Pero Terre Exotique quiere rendir homenaje a quienes popularizaron en occidente todas esas especias y a quienes las traían desde lejos. Desde la orilla del río Loira en Rochecorbon, en la zona centro oeste de Francia, ponen en valor las bayas, granos y hebras de las especias más conocidas y las más escondidas. En cada uno de sus viajes traen consigo nuevos descubrimientos que envasan y venden para que nosotros podamos viajar con ellos desde nuestros fogones. Y es que no hay manera mejor de viajar que a través de los sabores, ¿no os parece?