Recogidas a mano en las aguas de Galicia para elaborar con mucho mimo cada una de sus delicias
A pesar de ser un organismo que se encuentra en muchos puntos del planeta, es cierto que, probablemente, si pensamos en un país en el que se consumen mucho, España no sea el primer candidato. Aún así, en Galicia se dan de manera natural, por sus condiciones acuáticas y climatológicas, algas ecológicas de alta calidad. Esto lo vio muy claro nuestra protagonista de hoy, que quiso aprovechar todo ese potencial para dejar volar su imaginación y elaborar productos que, desde luego, sorprenden. Quedaros, que os contamos.
Cristina García nació en Cambados, a unos 26km de la ciudad gallega de Pontevedra. Cambados es un municipio en plenas Rías Baixas que mira de frente al Océano Atlántico, y donde se elaboran una cantidad enorme de conservas del mar cada año. De hecho, es uno de los centros neurálgicos donde se lleva a cabo esta actividad en España. Cristina creció mirando también el mar, pero las oportunidades profesionales se la llevaron a Madrid a dedicarse, curiosamente, a la acuicultura, pero desde una oficina.
El tema de las algas había estado en su cabeza desde hacía mucho tiempo porque le habían interesado casi desde siempre. Cristina vio el potencial que las algas empiezan a mostrar hoy y decidió emprender. Echaba terriblemente de menos el mar que la vio crecer y, además, sabía que había posibilidades de llevar a cabo un proyecto personal en su municipio natal en el que las algas fuesen las verdaderas protagonistas. Así, puso rumbo a Cambados para empezar el siguiente capítulo de su vida.
Junto con otras dos mujeres de su localidad natal, Cristina ideó su iniciativa más personal. En Cambados crecen de manera natural distintos tipos de algas ecológicas y hay otras que, por el agua y las condiciones climatológicas, también se pueden cultivar. Y es que una de las premisas más importantes del proyecto era que, tanto los productos resultantes como la manera de elaborarlos y la de obtener las algas, se llevasen a cabo bajo criterios de producción ecológica.
Todo lo que ocurre en cada paso del proceso de Algas La Patrona, se da de manera artesanales y ecológicas. La recolección de las algas, su deshidratación y todos los procesos hasta obtener cada delicia, se lleva a cabo de manera manual, sin máquinas. En cuanto a la recolección de las algas, esto significa hacerlo de dos maneras: yendo a pie con la marea baja recolectándolas o pedir la colaboración de pescadores y buceadores para que las corten bajo el agua. Cortarlas y no arrancarlas es de vital importancia para que las raíces de las algas queden intactas y vuelvan a crecer las hojas. Así, la producción sigue siendo sostenible.
Así, Cristina y otras dos mujeres de Cambados se encargan de absolutamente todas las tareas para que Algas La Patrona funcione de manera artesanal. Este mimo podemos sentirlo también en cada una de sus especialidades. Desde las algas deshidratadas hasta la alganesa (mayonesa de algas) o su delicioso fumet de algas, repleto de propiedades y de sabor a mar. Algas La Patrona ya ha recibido varios premios al emprendimiento y a la calidad de sus productos. No nos extraña, porque sus envases están llenos de nutrientes y de productos que sorprenden. ¿Habéis probado ya el alga percebe?