Más de 20 años dedicándose a las conservas ibéricas y a otros productos gourmet deliciosos
Ya sabemos que no siempre es fácil llevarse bien con los vecinos… Y con Francia hemos tenido una relación tirando a complicada a lo largo de la historia. Aun así, y aunque a mucha gente de ambos países le cueste un poco reconocerlo, la influencia entre los dos países en cuanto a la gastronomía es más que evidente; y a muchos les encantan algunas de las especialidades del país vecino. Con esta idea en mente, la de importar y elaborar productos deliciosos con sabor ibérico, nació Bellota-Bellota. Os contamos un poco más.
Hace más de 20 años que Bellota-Bellota empezó a importar los mejores jamones de varias denominaciones de origen españolas: Guijuelo Salamanca, Dehesa de Extremadura, Huelva Jabugo y Valle de los Pedroches (Córdoba). Solo los ejemplares con una maduración óptima, que a veces puede tardar hasta cinco años, eran elegidos para traspasar nuestras fronteras y llegar a las mesas de los paladares más exigentes de Francia. Es verdad que empezaron con los jamones, pero, desde luego, no se quedaron ahí.
Lo que empezó como la importación de los mejores jamones ibéricos, continuó con otros productos del cerdo como lomo, lomito o chorizo. Pero, no contentos con la tierra, desde Bellota-Bellota decidieron también seguir rumbo al mar. Las anchoas del Cantábrico o la ventresca de atún entraron de lleno en su repertorio y hoy siguen siendo dos grandes favoritos. También llegarían los quesos, por supuesto. Y con semejante variedad y muchísimo éxito en el país galo, vendrían las tiendas.
Bellota-Bellota cuenta con dos tiendas en París, una en Boulogne-Billancourt, una en Lyon, dos en Roissy y una en Niza. Eso en su país. Porque también hay dos abiertas fuera de sus fronteras: una en Luxemburgo y otra en Seúl (Corea). Todas hacen un total de nueve. Las tiendas de Bellota-Bellota no son solamente tiendas de por sí; sino que son espacios de compra, pero también de disfrute en los que la clientela puede sentarse a disfrutar de una buena ración de jamón, un vino o unas buenas anchoas.
En ellas, los cortadores de jamón no paran de lonchear las paletas y patas de delicioso jamón 100% raza ibérica y servirlo en bocadillos de pan crujiente o en sus famosos volcanes. Estos son recipientes con forma de cono que guardan en su interior una vela pequeña para conservar el recipiente a una temperatura perfecta. Las lonchas de jamón se van apilando sobre el cono y así se mantienen óptimas para que los comensales puedan disfrutarlas. Aunque estén en diferentes rincones del mundo, todas las tiendas de Bellota-Bellota tienen el mismo ambiente, pero se adaptan a la clientela de cada lugar.
Hoy, Bellota-Bellota envasa deliciosas conservas vegetales de alcachofa, piquillos, ajos o aceites de oliva, además de toda su gama de ibéricos, quesos y conservas de pescado. Se ha convertido en Francia, y fuera del país también, en un referente de la gastronomía española más fina, exquisita y de mayor calidad. Como os decíamos antes más arriba, la historia de los diferentes países no es un impedimento para saber apreciar los tesoros gastronómicos de las regiones vecinas. ¿Cuál es vuestra conserva francesa preferida?