Textura raruna, olor un poco intenso, pero todos los beneficios de un alimento fermentado y las proteínas de la soja.
Sabemos que en Japón están algunas de las personas más longevas y con mayor salud del mundo. Por eso no es raro que muchas veces miremos al país nipón en busca de ideas. Al final, sabemos que todo es relativo y que lo mejor es tener hábitos de vida saludables, una dieta equilibrada, moverse con regularidad y tener buena salud mental. Pero ya sabéis que en The Best Preserves nos encanta probar y recomendaros alimentos sanos y chulos de todo el mundo, y hoy no iba a ser menos.
Es cierto que son muchos los alimentos saludables que podemos incluir en nuestra dieta y que contienen todos los nutrientes necesarios para nuestro cuerpo. Y también que es posible encontrar muchos de ellos en forma de conserva, lo que nos hace la vida un poco más fácil. Uno de estos alimentos en Japón es el nattō. Se toma sobre todo en el norte del país durante el desayuno, aunque puede tomarse en otras comidas del día.
¿Y qué es el nattō? Ya os hemos hablado alguna vez del tofu y de su primo hermano fermentado de Indonesia, el tempeh. Hoy os traemos a otro miembro de la familia directo desde el norte de Japón. El nattō es un alimento también fermentado, con algo de peor fama que el tempeh. Su olor bastante intenso y su textura algo viscosa no son para todo el mundo. Sabe mejor de lo que huele, eso sí, pero sigue siendo amado u odiado a partes iguales, como muchos alimentos que levantan pasiones.
Para elaborarlo, primero se cuecen semillas de soja que después se exponen a un hongo llamado Bacillus natto. Esta exposición hace que las habas fermenten y también que se genere esa especie de “baba” entre ellas que hace que muchos japoneses no lo quieran ver ni en pintura. Para la costumbre occidental puede ser un poco difícil al principio, aunque en España tienen cada vez más adeptos. Y no nos extraña. Tiene muchas propiedades muy interesantes para nuestra salud, de ahí su fama en el país nipón.
Una de las propiedades que más destacan en el nattō es que ayuda a regular el flujo sanguíneo porque actúa como anticoagulante, echándole así un cable a nuestro corazón, venas y arterias. Además, al ser un alimento fermentado, está lleno de probióticos, fermentos, aminoácidos y enzimas muy beneficiosos para nuestra salud. De hecho, esa es la razón por la que muchísimos japoneses lo toman a la hora del desayuno desde que son pequeños.
Y es que, efectivamente, es costumbre tomar el nattō en el desayuno, normalmente acompañado de arroz y otros ingredientes como el puerro picado. Es común también añadirle mostaza y salsa de soja. Pero sus posibilidades gastronómicas, desde luego, no se quedan ahí. Se puede tomar en ensalada, con pescados, con fideos y otras verduras o hasta se pueden elaborar california rolls con ellos. Es decir, se puede tomar a cualquier hora del día y no necesariamente con el café de la mañana. Desde luego, es un alimento que merece la pena probar. ¿Os atrevéis?