Salsas caseras y familiares que han perdurado tres generaciones en Cork.
Un castillo histórico, una excelente cocinera y la ilusión de dar a conocer y honrar la gastronomía irlandesa. Así nació Ballymaloe Foods. La familia Allen empezó este negocio familiar en 1930, en lo que comenzó como una simple elaboración de salsas con el excedente de verduras del huerto. Ivan y Myrtle Allen pusieron la primera piedra de Ballymaloe Foods, que ahora encuentra en Maxine Hyde a su tercera generación de mujeres al frente de la conservera familiar. Os contamos un poco más sobre esta conservera y sobre su historia.
Ivan Allen empezó a interesarse por el mundo de la agricultura y a partir de 1930 comenzó a plantar algunas verduras y hortalizas en su casa del condado de Shanagarry, en Cork, al sur de Irlanda. Con el excedente de tomate, Myrtle empezó a preparar una salsa para preservarla todo el año y disfrutarla con sandwiches y carnes frías. En 1948 comprarían el castillo de Ballymaloe, en el mismo condado. Myrtle aprendió a cocinar y Ivan continuó su actividad agrícola. Mientras, la pareja crio a sus hijos y, cuando estos fueron creciendo, Ivan animó a Myrtle a montar un restaurante.
El salón de la casa de los Allen se convirtió en un pequeño restaurante en 1964, después de dieciséis años cocinando y plantando solo para su familia y allegados. En el restaurante Myrtle reivindicaba la gastronomía irlandesa, sus delicias y sus platos tradicionales. Pero en la mesa siempre había sitio para los aderezos y salsas que preparaba con las verduras y hortalizas que Iván recolectaba en la granja del castillo. En la granja, además, producían su propia leche, mantequilla y carne de ternera y cerdo para elaborar salchichas caseras o black pudding, además de hierbas y frutas para los postres.
Myrtle animó a las mujeres del pueblo a que trajesen al hotel y restaurante sus excedentes; Ivan iba todos los días al mercado de Ballycotton a buscar captura fresca; y el resto de la carne se la encargaban a Mr. Cuddigan, el carnicero de Cloyne. Yasmin creció viendo a su madre cocinar y desarrolló un buen ojo para los negocios. Viendo cómo la salsa de tomate de su madre era un éxito, decidió empezar a elaborarla y venderla en supermercados ella misma.
Así nació Ballymaloe Foods. Primero con la salsa de tomate clásica de Myrtle y luego introduciendo muchas otras referencias hasta convertirse en una marca de referencia en Irlanda. Aunque son una conservera familiar muy querida, sieguen conservando el espíritu de Ivan y Myrtle, la primera generación. Casi todos los ingredientes, salvo algunos como el azúcar o el vinagre, se producen en Irlanda y vienen de productores locales. Los huevos que usan para la mayonesa y la carne de cerdo que incluye la salsa de bacon ahumado vienen de animales criados en libertad cerca de las instalaciones de la conservera.
Hoy es Maxine Hyde quien dirige Ballymaloe Foods, tomando el relevo de su madre, Yasmin, y continuando con la labor incansable de su abuela Myrtle. La esencia de la gastronomía familiar irlandesa está presente en todas sus referencias. Desde la remolacha cortada hasta la salsa de pimientos pasando por referencias típicas de las fiestas como la salsa para glasear el jamón asado o la salsa de arándano. Ballymaloe también ha sabido incorporar salsas para pasta, salsas para ensalada y otras especialidades para aderezar alimentos en la barbacoa. Aunque sigue siendo difícil competir con empresas grandes, nunca han perdido de vista su origen ni el espíritu casero y familiar de las salsas que hicieron de su conservera lo que es hoy.