Cometió un error, y ahora sus salsas y condimentos tradicionales se venden por todo el mundo
Desde la web de Lee Kum Kee lanzan un reto a quienes la visitan: que encuentren un supermercado chino alrededor del mundo que no venda alguna de sus salsas o condimentos. Y es que es una marca con tanta calidad y tan internacional, que seguro que es casi imposible. Sus productos se usan en muchos restaurantes asiáticos y de otros tipos, desde los más sencillos hasta los más reputados, para las recetas más tradicionales y para las más vanguardistas. Os invitamos a conocer una marca mítica y sus deliciosas salsas.
Muchas veces es un error lo que ha llevado al ser humano a muchos descubrimientos científicos, pero también gastronómicos. Que se lo digan al champagne o a otras conservas. Eso es lo que le pasó también a un hombre nacido en el sur de China llamado Don Lee Kum Sheung. Sabemos que la sopa de ostras es uno de los platos tradicionales chinos más famosos. Y también que Don estaba preparándola para servirla en su restaurante.
En algún momento, Don se olvidó de la sopa mientras atendía otros asuntos. Tanto, que la mayoría del agua se evaporó, quedando reducida a una salsa muy espesa y oscura. La probó y encontró un nuevo sabor delicioso. Esto ocurría en 1888, año en el que también el señor Lee empezó a vender este invento ‘erróneo’ al que llamó salsa de ostras. Después fundaría la empresa Lee Kum Kee, que comenzó a vender esta salsa que hoy ocupa las estanterías de los supermercados de toda China, pero también de otros 100 países.
Lo que empezó como un invento, después empezó a convertirse en un catálogo amplio de otras salsas bien conocidas mundialmente. Todas ellas están basadas enteramente en la gastronomía tradicional china y muchas de ellas las conocemos muy bien en España. A la de ostras se suman otras como la de soja, la hoisin (esa salsa dulce que acompaña a las crepes del pato laqueado) o la teriyaki.
Pero también hay otras menos conocidas como la de ajo y judía negra, la de chile o la de ciruela, así como marinados para pollo y para dumplings (rollitos al vapor). También tienen otros productos como el aceite de sésamo y sobres con salsas ya preparadas para añadir en la cocina. Las ostras de su salsa de ostras premium tienen al menos entre dos y tres años y se recogen en su punto justo de maduración para mantener la máxima calidad.
Esta calidad se refleja en la placa dorada que adorna su logo: un signo de distinción en China para los restaurantes con muy buena reputación. Así, Don Lee se aseguraba de ofrecer siempre la mejor calidad en sus productos. Y lo cumplió. Porque hoy en día, incluso los chefs chinos y restaurantes de la Guía Michelín las tienen como productos de cabecera. Y si hablamos de viajar lejos, estas salsas han estado hasta en el espacio, porque viajaron con dos misiones espaciales. A veces un pequeño error en la cocina puede significar el inicio de algo grande. ¿Os ha pasado?