Tiene mala fama, pero también muchísimas propiedades y posibilidades en cocina.
No tiene la mejor fama entre el público infantil, pero tampoco en el adulto. Es una verdura que no gusta a todo el mundo, pero que tiene muchísimos beneficios muy interesantes para nuestra salud. Si pensabais que la única manera de tomarlo es hervido, este es vuestro post. Os contamos curiosidades sobre este super alimento, todas las propiedades que tiene y os damos unas cuantas ideas para disfrutarlo en casa. ¡No hay excusas!
Las palabras super alimento están dentro de nuestro imaginario ya desde hace años. Cuando empezó su boom, muchas veces era más una moda que otra cosa. Productos exóticos que nos prometían enormes beneficios para la salud si los incluíamos en nuestra dieta. No nos vamos a engañar, muchos alimentos son estupendos y tienen muchas propiedades beneficiosas. Pero no nos tenemos que ir a tierras lejanas para encontrarlos. Muchos los tenemos muy cerquita, pero tienen menos glamour en Instagram. Los cultivan cerca de donde estamos y tienen una huella ecológica mucho menor por ser de proximidad.
Porque, aunque no lo parezca, alimentos como las lentejas o el brócoli también son super alimentos, aunque llevemos tomándolos toda la vida. Por cierto, toda la vida es más o menos desde la época del Imperio Romano, donde el brócoli se hizo realmente popular, para que os hagáis una idea de lo presente que ha estado siempre en nuestra dieta y cultura. Es barato, versátil y, si lo tratamos con cariño y un toque de especias, puede estar riquísimo. El brócoli es una planta de la familia de las crucíferas, como las coles de Bruselas o la coliflor. Igual que esta última, está formada por tallos gruesos de los que crecen cabezas florales, que es la parte que solemos comer.
¡Ojo! El tallo también se puede comer. Eso sí, necesita más tiempo de cocinado por su textura firme. Esta verdura riquísima tiene muchos beneficios, como su enorme aporte de potasio (370mg por 100g), fósforo (87mg por 100g) y Vitamina C (87mg por cada 100). Estos elementos nos ayudan a mantener sanos nuestros huesos y músculos y a cuidar nuestra piel. También es una fuente calcio (56mg por cada 100) de origen vegetal muy interesante, también para cuidar de nuestra salud ósea.
Además, tiene hierro (1,7mg) y 4,4mg de proteínas, que se pueden combinar con proteínas de origen vegetal o animal para un pequeño extra. Su ácido fólico también es otro aspecto a tener en cuenta. Contiene muy pocas calorías (38 por cada 100) y carbohidratos (1,8g por cada 100g) y es una estupenda fuente de fibra para regular el tránsito del sistema digestivo. Por cierto, a este último y al hígado también les echa un cable extra, porque es un elemento depurativo muy eficaz.
Si todos esos elementos que os hemos contado aún no os convencen, aquí os traemos ideas para no solo tomar un alimento saludable, sino también disfrutarlo. Si lo compráis fresco, probad a saliros del hervido de siempre y hacerlo de otra manera. Al horno en gratén está muy bueno. Si lo salteáis, verduras como el pimiento rojo o la zanahoria le van fenomenal. En cuanto a especias, el curry y el ras el hanout le dan un gusto muy agradable, si su sabor no os gusta mucho. Si lo compráis en conserva, escurridlo bien y usadlo para cremas de verduras, ensaladas con frutos secos o para hacer hamburguesas vegetales en casa. ¿Qué idea os ha gustado más?