Las conservas de siempre, con un diseño de packaging que nos recuerda a la infancia
Probablemente, si pensamos en plancton, lo primero que se nos viene a la cabeza es un banco de peces comiendo partículas diminutas en el mar. Ese que comen los peces es otro tipo de plancton, pero por ahí van los tiros. Estos vegetales de mar son super importantes para la cadena alimenticia marina y también para el medio ambiente. ¿Lo mejor de todo? ¡Además se pueden comer! Igual que las algas, tienen muchos nutrientes muy beneficiosos y una manera particular de redondear nuestros platos. Os invitamos con nosotros a otro viaje al fondo submarino.
¿Visualizáis esos bancos de peces de los que os hablábamos más arriba? Bien, lo que ellos comen se llama zooplancton y, si los mirásemos de cerca, se parecen mucho a pequeños camarones o insectos de mar. Este zooplancton se alimenta de fitoplancton, que es el que nos interesa hoy. Igual que ocurre en tierra firme, bajo el agua también hay una cadena alimenticia que empieza con los organismos vegetales, como las algas y el fitoplancton.
El fitoplancton se compone de seres vivos de origen vegetal de diferentes especies que tienen capacidad de nadar, pero no la suficiente como para contrarrestar la fuerza de las mareas. Al necesitar de la luz solar para su desarrollo, no viven a más de 50m de profundidad y a esa altura es a la que pueden realizar la fotosíntesis. Las especies dependen de cada región y de los nutrientes o la falta de ellos que hay en cada región. Las más comunes son las diatomeas y los dinoflagelados. Por cierto, si tenéis plantas en casa, en las tiendas de jardinería se puede encontrar un compuesto llamado tierra de diatomeas: un excelente insecticida ecológico.
Volviendo al agua, el fitoplancton es un elemento muy importante en el ecosistema marino por dos razones. La primera, por ser el alimento de varias especies; y la segunda, porque es un sumidero de carbono vital para el planeta a la hora de equilibrar la cantidad de CO2 de la Tierra. Como veis, es una parte muy importante de la cadena trófica del mar, pero también lo es para el planeta al completo.
En cuanto al fitoplancton apto para el consumo humano, podríamos decir que es una mezcla de especies de fitoplancton. Tiene muchos nutrientes beneficiosos para la salud. Por ejemplo, un 50% de su contenido son proteínas y, además, es una buenísima fuente de ácidos Omega 3 y 6 porque contiene un porcentaje a veces más alto que el de grasas de referencia como el aceite de oliva. También contiene oligoelementos muy beneficiosos para diferentes funciones de nuestro organismo.
En España tenemos a Ángel León, el chef del mar, que fue pionero en aislar ese fitoplancton de la costa gaditana y desarrollarlo para consumo humano gracias a una empresa de innovación. Hay varias empresas que lo comercializan y diversos formatos para adquirirlo: en polvo, líquido, en copos, en pastilla como suplemento alimenticio… Usado en cocina, aporta un intensísimo sabor a mar a salsas, vinagretas, platos de pescado, arroces, pastas, tostas… el límite, como siempre, lo pone nuestra imaginación. ¿A qué receta se lo añadiríais?