Desde 1866 elaborando chacinas deliciosas en la ciudad francesa de Lyon
Cuando escuchamos la palabra tradición, pueden venir dos conceptos a nuestra cabeza. Por un lado, algo viejo, en desuso, demasiado anclado en el tiempo como para tomarlo en serio. Por otro lado, algo que se ha hecho de una forma durante mucho tiempo y que sigue funcionando a la perfección por toda la sabiduría que lleva acumulada. Maison Loste es una charcutería tradicional francesa que sabe moverse entre las costumbres culinarias aprendidas en su obrador desde 1866 y las técnicas e ingredientes más actuales. Una combinación infalible. ¿Queréis saber más? Os contamos.
En la pequeña ciudad campestre de Saint-Symphorien-sur-Coise, a unos 46km al oeste de Lyon, se estableció un habilidoso carnicero de 40 años llamado Pierre Loste. Pierré decidió seguir la senda que ya había trazado antes su padre y dedicarse al mundo de las chacinas y el secado de diferentes carnes e ingredientes. Eso sí, no lo iba a tener fácil. Se mudó a una comunidad en la que la charcutería artesanal era muy importante y contaba con una larga tradición.
Pero Pierre decidió no cejar en su empeño y crear la primera unidad de refinado de embutidos secos a escala industrial de la zona. A partir de entonces, su obrador se convertiría en “la cuna del salchichón seco” en Saint-Symphorien-sur-Coise. Es tanta su fama, que desde ese momento se une a diversos grupos empresariales franceses a lo largo del tiempo, con la dirección comercial de Antoine d’Espous, manteniendo siempre su sello distintivo y su público más fiel: los charcuteros artesanales y las tiendas de productos gourmet.
En el año 1992, y ya con más de 100 referencias en su catálogo de delicias chacineras, Maison Loste vuelve a ser una marca independiente bajo la dirección de Antoine d’Espous, que tanto apostó por sus productos desde siempre. Y es que desde los primeros años 1900 del siglo pasado, el logo de Maison Loste era un león rugiendo, símbolo de su cercanía con la ciudad de León; pero también de su poderío y potencia como compañía de confianza de carniceros y charcuteros.
Y es por esta confianza de los comerciantes más tradicionales más exigentes que Maison Loste recibe el premio de excelencia francés en 1994. Por la calidad de sus productos, el apoyo incondicional a los pequeños comerciantes y, sobre todo, por impulsar el patrimonio gastronómico local a través de sus deliciosos salchichones. Con todo ese éxito y confianza de profesionales y clientes fieles, este proyecto familiar cumplió 150 años en 2016.
Hoy, Maison Loste sigue conservando entre su clientela a quienes, como ellos, aman la charcutería tradicional francesa, pero también las recetas de siempre con un toque innovador. Además de su buque insignia, el salchichón Duc de Coise, el jamón seco de Saboya es otro de sus clásicos. Los salchichones secos con diferentes ingredientes como nueces, avellanas, setas o pimienta verde, entre otros, también son algunos favoritos. Pero también tienen estos salchichones en formato de bocados y sticks perfectos para aperitivos en casa, entre otras muchas delicias chacineras. Nos encantan las iniciativas que rinden homenaje a la tradición culinaria. ¿Qué salchichón os gustaría probar primero?