Más de 70 años creando las mejores conservas alemanas alrededor de la isla de Rügen
¿Qué se puede decir de la conservera más importante durante el período de la RDA (República Democrática Alemana) entre los años 70 y los años 90? Hoy os traemos la historia de un proyecto familiar muy orgulloso de sus orígenes y con recetas muy sorprendentes dentro de cada una de sus latas. Desde la isla de Rügen, y con el Mar Báltico como telón de fondo, os invitamos a bordo de los pesqueros de Rügen Fisch. Seguid leyendo, que os contamos más.
La isla de Rügen está al noreste de Alemania, no muy lejos de algunas islas danesas ni de las ciudades norteñas de Rostock, Lübeck y Kiel. El norte de Alemania es la única salida al mar que tiene el país al llegar a su encuentro con la frontera con Dinamarca. Esta salida al mar está a los dos lados de esa frontera: al este da al Mar Báltico y al oeste, al Mar del Norte. Al ser la única zona del país con mar, además de sus diferentes islas y archipiélagos repartidos por las dos costas, la tradición pesquera es muy importante.
En el resto del país, la gastronomía está más basada en verduras, tubérculos, carne de cerdo o ternera, quesos, pan y guisos contundentes con diferentes combinaciones de estos ingredientes. Pero el norte es otra cosa. En el norte, los puertos de Hamburgo o Bremen bullen de actividad con barcos cargados de redes con pescado fresco de los mares del Norte o Báltico. En el norte no es difícil ver bares y tascas de marineros que se llaman “ahoi”, haciendo honor a los piratas y los pescadores. Y de toda esta cultura pesquera nació Rügen Fisch en la costa este de Alemania.
Rügen Fisch se nutrió de toda la cultura pesquera norteña y abrió sus puertas en el año 1949 en Sassnitz, en la zona más oriental de la isla. Con su propia flota pesquera, faenaban hasta que la empresa construyó su primera planta de procesamiento de pescado en 1951. Su ahumadero de pescado llegó a ser el más grande de Alemania y en los años 70 ya se había convertido en la empresa conservera más importante del país.
En los años 90 y hasta 2011, y ya con el cambio político y la reunificación alemana, la empresa absorbió de manera progresiva varias pequeñas empresas de la zona báltica llegando a tener instalaciones en Rostock o Lübeck, entre otras localizaciones. Así, Hawesta, Ostsee Fisch, Lysell o Sassnitz Fisch pasaron a estar bajo el gran paraguas de Rügen Fisch. A partir de 2015, se convirtió en una subsidiaria de la empresa asiática Thai Union y reafirmó su título de empresa conservera más importante de Alemania.
A pesar de todos estos cambios, las latas de Rügen Fisch y su contenido mantuvieron siempre presentes los valores de sus inicios: ser un fiel reflejo de la cultura pesquera gastronómica del norte de Alemania. Los clásicos filetes de caballa o arenque en salsa de tomate, ahumados o en salsa picante se codean con los filetes de espadín al estilo de Kiel, con las recetas tradicionales norteñas como el Piratenschmauss (fiesta pirata), los filetes fritos de arenque o caballa en salsa o las latas con ensaladas de pescado listas para tomar. Todo un homenaje a la cocina marinera del norte de Alemania. ¿Habéis probado platos alemanes en los que el protagonista sea el pescado?