Recetas tradicionales escabechadas… con un punto de innovación que las hace deliciosas
¿Qué hacen tres personas de un pueblecito de Aragón en el que solo viven 35 habitantes para dar a conocer su riqueza gastronómica? La respuesta está clara: una conservera. Laurel y Tomillo es una iniciativa directa desde Teruel que quiere llegar a nuestras casas para que disfrutemos de todo el sabor y la tradición del medio rural español. Recetas de las de toda la vida con ingredientes locales del campo, en tarros de cristal para que puedan llegar lo más lejos posible. ¿Te quedas a conocer más sobre su historia?
En 2016, Susana tuvo una idea. Inspirada por su madre y su abuela, que elaboraban un escabeche delicioso de conejo, y por todas las recetas tradicionales de la zona en la que vivía, decidió emprender. Para ello contó desde el primer momento con la ayuda de Andrea, a los fogones, y de Ángel, más centrado en todo lo que tiene que ver con la logística. Este equipo se animó a emprender con una premisa clara: llevar el campo a todas partes y hacerlo de una manera sostenible.
Desde Laurel y Tomillo apostaron desde el primer momento por conservas que atesorasen en cada frasco un trocito del rural español. Pero no solo por las deliciosas recetas de esta conservera, sino por todos los ingredientes locales que contienen. En sus recetas no hay conservantes ni colorantes artificiales, solo carnes de la tierra marinadas, cocinadas a baja temperatura y aderezadas con los mejores condimentos. El proyecto comenzó su andadura oficialmente en el año 2018 únicamente con 3 referencias y hoy ya cuentan con 21 tarros diferentes.
Además de elaborar deliciosos tarros con recetas tradicionales, en Laurel y Tomillo también se dedican a otro precioso oficio en el pueblo de Teruel del que vienen, Lagueruela. Entre fogones y comercialización, también les queda algo de tiempo para cultivar y vender trufas a particulares y empresas. Por supuesto, estos tesoros de la tierra también están presentes en algunas de sus recetas, igual que otros ingredientes como el azafrán de Teruel. Una apuesta total por el producto de proximidad, y más en un pueblecito que en invierno cuenta con solo 35 habitantes.
Sus recetas tradicionales son todo un homenaje a sus antepasadas y también a la tierra en la que viven. Susana creció en una familia llena de excelentes cocineras y en la que, además, se dedicaban a la cría de conejos. El escabeche y el confitado de diferentes carnes de la tierra era muy habitual, y no menos apreciado. Esa forma de cocinar con recetas y métodos de antaño, sin prisa, dejando que los ingredientes se llenen de sabor y queden jugosos es lo que Laurel y Tomillo quieren que encontremos en cada uno de sus frascos.
Como os hemos contado, este proyecto comenzó su andadura con solo 3 referencias, que aumentaron exponencialmente con los años. El escabeche de perdiz, conejo o codorniz se puede encontrar en dos formatos: bocados o virutas. La codorniz y el conejo podemos disfrutarlos también en su versión con trufa negra. Otros productos riquísimos son el lechal al azafrán, los lomitos de aguja de cerdo al azafrán o los muslos de pollo confitados. Si nos dais a elegir, no sabríamos con cuál quedarnos. ¿A que también os pasa?