Dulces o saladas, las terrinas admiten casi cualquier ingrediente y pueden ser un entrante estupendo o un plato principal de diez.
De las conservas francesas conocemos sobre todo los foie gras y las sardinas en conserva, que son algunos de sus productos más famosos. Pero los patés de pescado , rillettes y terrinas son otras de sus maravillas en conserva. Ya os hablamos un poquito de estas últimas en otro post, pero se merecen otro y mucho más, porque nos encantan. Son preparaciones en las que cabe casi cualquier ingrediente y combinación, tanto en formato dulce como salado. Y dependiendo de lo que tengan, puede ser un entrante, acompañante, plato principal y hasta postre. ¿Queréis saber un poquito más sobre esta delicia francesa? Seguid leyendo, que os contamos.
Sabemos que el mundo de las conservas ha evolucionado mucho a lo largo de la historia y que a partir de la pasteurización todo fue mucho más fácil. Pero hasta entonces, había que aprovechar todos los métodos, ingredientes y técnicas posibles para poder conservar los alimentos durante más tiempo. Y que además siguiesen estando deliciosos, claro. En las zonas campestres de Francia era complicado preservar durante mucho tiempo la carne de caza mayor y menor, y por eso se empezaron a usar métodos como el secado o la salazón para disfrutarlos más tiempo.
A través de especias y cocinado también conseguían mantener los alimentos, especialmente la carne de caza de la que hablamos, durante más tiempo. Así nacieron dos técnicas de cocinado relativamente parecidas: el paté y las terrinas. El paté originalmente se hacía con una costra de pan y empezó a elaborarse en panaderías de algunas regiones de Francia. Los ingredientes se trituraban hasta conseguir una pasta que se rodeaba de la costra de pan y se cocinaba. Más tarde esta técnica evolucionó hasta dejar atrás la costra de pan. El caso de las terrinas es distinto.
Para empezar, los ingredientes se pueden triturar más o menos gruesos, así que la textura es muy diferente a la del paté. La terrina es más bien una especie de pastel de ingredientes variables que se cocina al baño maría y después se hornea. Se corta y se sirve en lonchas, más o menos como si fuese un pan de molde. Y, de hecho, la terrina no es solo el alimento, también da nombre el molde con forma de trapecio invertido en el que originalmente se cocinan los igredientes. Este molde tiene una tapa hermética que hace que todos los ingredientes queden cocinados.
El ingrediente más común en las terrinas es la carne de diferentes partes del cerdo mezclada con otras carnes y especias. Casi siempre suelen llevar huevo o gelatina, que sirven para amalgamar la mezcla y que quede compacta. Las carnes de ave, como las de pollo o pato, y también las de caza mayor y menor son bastante comunes. Entre los pescados, podemos encontrar de salmón, trucha o atún entre otras. Eso en el caso de las terrinas saladas. Ya sabemos que se pueden elaborar y encontrar terrinas de verduras, pescado y carne, pero también dulces.
Aunque la receta original es la que se elabora en el molde de terracota que da nombre a esta delicia y suele llevar diferentes combinaciones y proporciones de carne, también es posible encontrar otras preparaciones más modernas e innovadoras. Las terrinas de varios chocolates y también las de frutas y verduras pueden ser un postre delicioso y original. Aunque esta conserva es de las que podríamos considerar más tradicionales de la cocina francesa, sigue conservando su encanto y hay interpretaciones para todos los gustos en el mercado de las conservas.