Una vida dedicada al humor, el dibujo y la cocina: Falsarius Chef

Rendimos homenaje a quien ha sido uno de los más ilustres cocineros de laterío y cocreador de Goomer.

Falsarius Chef. Nacho Moreno, rodeado de laterío.

Que la blogosfera va a echar muchísimo en falta a Nacho Moreno, Falsarius Chef, es un hecho. El universo de las latas, la cocina casera resultona y reconfortante, también. Falsarius ha vivido una vida llena de humor, caricaturas agudas y divertidas, una serie de éxito y, sobre todo, muchas ganas de hacernos saborear lo mejor de su cocina. La máxima de sus platos ha sido siempre la antidivulgación culinaria: la búsqueda de lo sencillo siempre con cosas que es fácil tener en casa. Hoy queremos rendirle homenaje al 50% de la serie Goomer, a sus gafas de broma y a sus recetas sabrosas con latas y botes.

Deliciosas sardinas con salsa de chile habanero y perejil fresco.

Nacho Moreno nació en Vitoria en 1957 y desde siempre se le ha relacionado con Ricardo Martín, con quién firmó muchas viñetas satíricas en revistas como El Jueves o en el diario El Mundo. Los dos fueron figuras indispensables de la caricatura de crítica social y política de los años 80. En esa década, su contenido no solo estaba dirigido al público adulto, sino también al infantil con dos series de éxito: Mot y Goomer. Su sentido del humor fino e inteligente supo captarlos a ambos.

Estos jugosos chorizos rellenos de pisto y ajos tiernos tienen buenísima pinta.

Esa manera descomplicada e inteligente de ver el mundo también la plasmó en su faceta culinaria cuando creó a su alter ego cocinero: Falsarius Chef. Nacho abrió su blog en 2007 con el mismo espíritu gamberro que sus viñetas y con muchas ganas de echar una mano a gourmets caseros y amantes de las latas y los frascos. Decía ser un “impostor”, un cocinero que solo creaba platos con productos envasados, pero con un buen toque de creatividad e innovación. Su blog pretendía ser una respuesta a la cocina complicada de principios de los 2000, con sus cosas buenas y malas, y una fuente inagotable de recetas originales, sabrosas y sencillas.

Para cuando llegue el frío, este cocido madrileño “revolucionario” con huevo es perfecto.

Si leemos cualquier entrada de su blog encontraremos siempre recetas con ingredientes fáciles de encontrar en casi cualquier supermercado, y un buen manual de cocina para “Rodríguez desesperados”, como él mismo decía siempre. Su canal de YouTube tiene sobrados ejemplos de platos riquísimos y fáciles de preparar en casa, pero con su toque personal. Una cocina de pocos ingredientes y mucho sabor. La introducción de todos sus textos incluía fragmentos de la actualidad y chascarrillos con su sentido del humor siempre presente.

Las “empanalletas” son una mezcla entre empanadilla y galleta rellenas de puré de manzana y pasas.

Igual que ocurrió con Goomer o Mot, Falsarius caló rápidamente entre el público de la globosfera por su sencillez y originalidad, y Nacho Moreno se convirtió en invitado habitual para colaborar muchos medios de comunicación. Siempre con sus inseparables gafas y su narizota de broma, Falsarius sacaba todo su arsenal de latas para preparar recetas “impostoras”, pero siempre deliciosas. Todo un homenaje al laterío, que hace no tanto que no convencía a los paladares más exigentes, que ahora goza de mucha mejor fama por cocineros como Falsarius. 

Verbena fue uno de sus grandes proyectos gastronómicos.

Además de su blog, colaboraciones en medios y tres libros de recetas en el mercado, Nacho nunca dejó su pasión por las viñetas o el público infantil. Compaginó su pasión por la cocina con su faceta de viñetista y escritor. En 2016, y tras muchos años viviendo en El Puerto de Santa María (Cádiz), se animó a otra aventura gastronómica con Verbena, su restaurante. La esencia de sus recetas sencillas y hechas con cariño siguió presente en todos sus platos. Hoy queremos rendirle homenaje tras su fallecimiento por una enfermedad a la edad de 64 años en su ciudad de adopción. Tendremos siempre presente sus deliciosas recetas y su manera inigualable de contarlas y de ver el mundo.

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