Una pescadería en la que además se elaboran unas conservas deliciosas
Ya os hemos dicho muchas veces que una de las claves de tener una conservera exitosa es la de saber escoger la mejor materia prima. Sí, luego es posible añadir coberturas, líquidos de gobierno o salsas deliciosas, pero el resultado es exquisito si el ingrediente de base es el mejor. Pues imaginad si quienes elaboran esas conservas son además pescaderos en un mercado de Barcelona. Os imagináis el resultado, ¿verdad? Hoy os contamos la hostoria de Arrom.
La historia de la familia Comas empieza hace cuatro generaciones con una parada en el mercado de Santa Caterina, en Barcelona. La familia se dedicaba a vender al detalle piezas de pescado en su puesto y así siguió y seguirá haciéndolo hasta que las siguientes generaciones decidieron innovar. Porque sus padres siguen al pie del cañón en el mercado, pero fueron Meritxell y Josep, herederos de la sabiduría de sus antepasados, quienes decidieron usarla para empezar a movilizar la importación de atún y su distribución en España. Hoy lideran este nicho en nuestro país.
La experiencia que dan tantos años tras el mostrador, preparando y seleccionando las mejores piezas para sus clientes, han hecho que la manera de trabajar de Arrom sea muy particular. Quienes trabajan con la familia saben de su buena fama en el trato al cliente y también de su atención al detalle. Y es tanto su expertise en este campo, que han acabado importando pescados tan gourmet como el salmón Kvitsoy de Noruega o el atún Bluefin del Atlántico y del Mediterráneo.
Teniendo tanta experiencia eligiendo los mejores pescados capturados en aguas nacionales e internacionales, la familia se especializó también en los procesos de congelado más exigentes. De esta manera, se aseguran siempre de que cada pieza mantenga intactas sus características organolépticas. Toda esta especialización y este salto de altura para que lleguen a nuestras orillas los ejemplares más impresionantes han hecho que a grandes chefs, como los hermanos Torres, nos les falten las piezas de Arrom en sus cocinas.
Y, si ya eran expertos en llevar las mejores piezas y cortes a restaurantes de mucha fama, el siguiente paso era conquistar nuestros hogares. La familia se ha especializado por una parte en envoltorios especiales que mantienen perfecto cada corte, y por otra, en conservas deliciosas. Así, pueden llevar a nuestras cocinas los mejores sabores del mar en forma de atún cortado perfecto para shashimi, deliciosas ostras, erizos, percebes, vieiras o pulpos, pero también sus frascos de conservas.
Una familia que conoce tan bien el mundo del pescado, a sus clientes y cómo preparar cada corte de cada variedad para sacarle el mejor partido, es la mejor para elaborar conservas. Sus deliciosos frascos de morrillo, ventresca, galete y lomo de atún forman una gama para los amantes de este pescado lleno de matices. Pero, además en su gama de conservas para conquistar nuestros paladares y nuestras mesas, también se incluyen delicias como las anchoas, los boquerones o las gildas y una sorpresa: las aceitunas, que no son de pescado, pero tienen en común con sus otros productos que siempre nos apetecen para un aperitivo. ¿Conocíais esta marca catalana?
